Varias personas, tanto en mi espacio de amigos sociales y empresariales, como en este blog, me piden de vez en cuando dar una opinión sobre “lo que está pasando en Chile”. Por ello, he decidido comenzar este “Comentario Político Semanal”, en que procuraré sintetizar lo más relevante que ha ocurrido recientemente. Veamos cómo me va, y por ello ruego a los lectores retroalimentarme sobre la calidad o pertinencia de esta iniciativa. Hago notar que, en adelante, sobre los temas que toque, no sólo daré información, sino también opinión, de la cual seré por supuesto el único responsable.Hoy veremos los dos temas más comentados de la semana: el Gabinete de Boric, y la Convención Constitucional.
Gabinete de Boric:
Después de los primeros corcoveos del PC y de su propio Frente Amplio, que se sintieron pasados a llevar en la conformación del Gabinete ministerial – a estos próceres aparentemente impolutos también parecen gustarles los cuoteos – Boric claramente intentó compensar, con 6 Subsecretarios PC.
Revolución Democrática logró 8 Subsecretarías más el crucial cargo de Directora de DIPRES, responsable de la formulación y manejo del presupuesto público. Una gran profesional por cierto. Si bien reportará a Mario Marcel, en la práctica equivale a un ministro adicional. El partido del propio Boric, Convergencia Social, consiguió otros 6. En total, 20 de los 39 subsecretarios pertenecen a la coalición original del Presidente, y el resto se repartió en pequeños lotes entre independientes y partidos de la ex Concertación.
Ya han surgido cuestionamientos a tres de los designados. Revisando los detalles, en verdad, a mi juicio no parecen tener mayor asidero. El más notorio es Galo Eildestein, el septuagenario del grupo, por su vinculación con la fenecida Arcis, pero tampoco le veo gran problema. Su único pecado parece haber sido tratar, infructuosamente, de rescatar el desastre financiero de esa patética Universidad.
Dicho lo anterior, no hay que atribuirle tanta importancia a esta composición del gabinete del segundo nivel jerárquico. Un amigo derechistano me escribió aterrado por los seis Subse PC, como si esto significara que los tanques de Putin y de Xi ya llegaron a la frontera. La verdad es que el Estado chileno es muy vertical y jerárquico. Ningún Subse puede “arrancarse con los tarros” si no tiene órdenes de La Moneda o de su propio Ministro. Uno ya dijo una lesera relacionada con la necesidad de revisar los tratados de libre comercio y su jefa, la woman power Antonia Urrejola, futura Ministra de RREE, le paró el carro en seco ese mismo día.
El otro asunto que llama poderosamente la atención es el nivel académico de los Subsecretarios y Ministros. Sin hacer un latoso recuento, más de la mitad cuenta con doctorados en prestigiosas universidades del extranjero, y algunos postgrados en el país. Notable. Esto se debe claramente al masivo, incluso exagerado programa Becas Chile que lanzó Bachelet en su momento.
Por cierto, capacidad académica no conlleva necesariamente olfato ni talento político, y más bien conspira en contra. A los académicos suele gustarles la “parálisis por el análisis” y en el mundo político es necesaria la “confusión por la acción”. Dada la juventud promedio de los Subsecretarios, y su escasa o a veces nula experiencia en el aparato de gobierno, no me extrañaría que de aquí a un tiempo haya dos o tres bajas en este equipo, pero nada que en la gran película altere el curso de esta presidencia.
Convención Constitucional.
Si bien en lo general mi opinión sobre el gabinete es positiva, en este tema tengo mis escasos pelos completamente parados de punta 🤯. La cantidad de propuestas delirantes que han surgido de algunas Comisiones verdaderamente asusta. Nacionalizar toda la minería, o declarar nulas todas las concesiones productivas que estén en tierras de los pueblos originarios, son dos de varias perlas, o mejor dicho, huevos de oro.
Según esta última, al no haber plazo definido hacia atrás, el Estado chileno tendría que entregar hasta La Moneda y el Cerro Santa Lucía.
Hay Convencionales que afirman que Dios viola los derechos humanos; que Chile no es una nación sino trece; que se debe controlar desde el Estado a los medios de comunicación para que digan la verdad; que debe haber sistemas de justicia independientes para distintas identidades… en fin.
Para peor, me he dado la lata de revisar entrevistas en televisión de algunos de sus redactor@s, y en verdad suenan a escolares de segundo medio. No exagero. Ver a una dama explicando por la tele cómo se podrían producir en Chile “automóviles de litio” como lo hacen en Bolivia me causo una mezcla de risa con llanto.
Es cierto que estas bobadas tendrán que pasar por la aprobación de 2/3 en el pleno, antes de integrar el documento final, lo cual se ve difícil, pero lo peor es que no se ven, al menos desde afuera, las propuestas serias que pudieran sustituirlas.
Mi pilar de optimismo en todo este proceso ha sido Patricio Fernández, gran y sensato constituyente. Pero… ya su último informe semanal publicado en El Mostrador me prendió las luces rojas. Textual: “a la hora de tejer acuerdos, la voluntad de “ganar el punto” suele primar por sobre la de “busquemos juntos”. Es decir, los gallitos son permanentes, nadie quiere verse pasado a llevar y no siempre es la razón la que prima en los debates, sino más bien las rabias y los miedos, las inseguridades y las arrogancias”. Hay otras frases peores. Haga click en el link arriba señalado y léalo si le interesa.
José de Gregorio declaro hoy que “los temas que salen de la Convención Constituyente generan más incertidumbre y preocupación que lo que esta saliendo del futuro gobierno… hay un gran agujero negro de dudas en lo que viene de la Convención…”. Agujero negro omaigod, ominosamente claro.
Lo he afirmado anteriormente. Este arriesga ser el principal dolor de cabeza de Boric durante 2022. El ha comprometido una buena dosis de su capital político propio en el éxito de esta Constitución, y le puede ir muy mal. Hagamos un pequeño ejercicio de probabilidad compuesta (no lo puedo evitar, son inJeniero de Beauchef 😁).
-
Probabilidad de que terminen dentro del plazo, incluso con extensión: 60%
-
Probabilidad de que, si lo logran, sea una Constitución sensata: 60%
-
Probabilidad de que, si es sensata, se apruebe en el plebiscito de salida, después de una campaña política encarnizada de sus detractores, los del Rechazo y más: 60%.
Mario, con cada uno de tus escritos se me quita un poquito la depre , que por otra parte crece diariamente al leer el diario. ( noticiarios en la tele no veo hace casi dos años con el objetivo de poder dormir ) espero con ansias tus próximas publicacionas. Podrias darle cabida en tu blog a Warncken,, otro hombre de izquirda a quien admiro. Un abrazo
Jaja. Las consultas siquiátricas ya están en 90 lucas por sesión 😂😂
gracias Mario,por 1q tus comentarios ayudan a tener una mirada q nos ayuden a salir de la caja,comparto tu optimismo con dosis de preocupacio y realismo dado lo q estamos percibiendo,tengo la fe del carbonero
cariños y gracias
Judith
Siempre he admirado el tono pedagogico, la escritura simple y clara y lo mesurado de sus asertivas criticas.Que bueno fue descubrir edte blog