Cuando fue Alcalde “cosista” inventó… “cosas” como las playas del Mapocho, o la peor de todas, tratar de hacer llover en Las Condes desde una avioneta. Por ahí del 2010 comenzaron mis agarrones con don Joaquín. Era Ministro de Educación e inventó los malignos “semáforos rojos” del SIMCE. Desde Educación 2020 salimos cual manada de coyotes a atacarlo. Luego, trató de pasar una legislación anti educación pública, por mandato de su jefe Piñera. Nos trenzamos de nuevo por la prensa y en el Congreso y él, hidalgamente, cuando nos topamos en el hemiciclo reconoció la derrota.
Más adelante, mis ojos no daban crédito a la pantalla, declaró cándidamente en Tolerancia 0 que él había lucrado con la venta de sus acciones de la U. del Desarrollo, lo cual era y es patentemente ilegal. Me dije en silencio: “esta le costó el cargo”, y así fue. Deben haber sido como 7 acciones.
Pero a lo largo de estos entreveros nos fuimos conociendo y entablamos una cierta amistad, compartiendo uno que otro cafecito en un Starbucks. A veces nos chateamos en privado. Y he observado su mutación, primero a “bacheletista aliancista” y luego a socialdemócrata y ¿saben qué? Le creo, porque es una persona perfectamente transparente, positiva, sin dobleces ni rencores. Fue madurando políticamente, y cuando el Alcalde Lavín ganó una lucha feroz contra los vecinos segregadores de la Rotonda Atenas para imponer su modelo de departamentos socialmente integrados, comprendí que ya era otro personaje. Es lo que habría hecho el alcalde de Helsinki o Copenhague.
Traigo esto a colación porque me topé en la librería con su reciente libro de 170 páginas llamado “Las diez tendencias que transformarán Chile”, y puedo atestiguar su transformación desde un liviano cosismo a una propuesta pensada y documentada con datos y cifras, sobre diez ámbitos que efectivamente podrían permitirnos un salto adelante como pequeña potencia pero de influencia internacional.
Comienza con “Cobre Superstar” donde plantea, insisto que con datos y hechos, el gran futuro que le espera a este mineral (y al litio) por las tendencias a la urbanización, las energías renovables y la electromovilidad. Luego, en “Sol y viento para iluminar y limpiar el mundo” despluma nuestras enormes ventajas comparativas y uno aprende por ejemplo que, en Magallanes, el “factor de planta” de la energía eólica, es decir el número de horas hábiles de generación, es de los más altos del mundo.
En “Regar el desierto” despliega el potencial para convertir el norte en un vergel gracias al agua desalada cada día más barata, producida gracias a… la energía solar. En fin, no le haré el spoiler, pero se pasea además por el Hidrógeno Verde, nuestros beneficios geográficos contraestacionales, la economía circular, nuestros emprendimientos de unicornios y centauros, y el potencial de la inteligencia artificial. Soñé con que exportábamos por avión tulipanes, rosas y rabanitos con tres o cuatro cosechas anuales.
Mientras leía, mi talante insidioso se preguntaba “¿dónde está la trampita? ¿Cómo tanta maravilla y todavía no llegamos al paraíso? El se adelantó a responderlo en un capítulo final, “Todos juntos”. Cita evangélica a Mateo: “El, conociendo sus pensamientos, les dijo: todo reino dividido contra si mismo queda asolado, y toda ciudad o casa dividida no podrá subsistir”…. Y eso es precisamente lo que doña Elisa Loncón o don Marcos Barraza no quisieron entender. Se dedicaron con fe de carbonero a mirar por el espejo retrovisor y revanchista, en lugar de sentar las condiciones para un Chile emprendedor, tolerante, igualitario, socialdemocrático y de cara al futuro. Pucha que rabia. Con todo, lean a Joaquín Lavín, se van a instruir mucho y de manera amena.
Interesante columna, y no es que le crea a pie juntillas a Lavín pero debo reconocer que el hombre se las trae, con esa sonrisa típica en que no sabes si está hablando en serio o en broma es capaz de plantear mas de una buena idea y para ser sincero me encanta eso de transformar el desierto en un vergel. Nunca entendí como es que habiendo tanta agua de mar y en pleno siglo XXI aún no seamos capaces de levantarla y hacer de Chile un verdadero vergel (tonteras que uno piensa de vez en cuando)
Gracias don Mario.
Interesante vuestra critica positiva y analitica. Conoci a Joaquin Lavin cuando nos presento en Rotary Club su libro” La revolucion silenciosa”. Casi salio elegido presidente de la Republica, Es un individuo trabajador y con ideas innovadoras. Leere el libro para encontrar las sorpresas. Gracias Mario por compartir tus ideas.
Alegra saber que has abandonado tu obsesión con la Convención Constituyente, aunque al final no pudiste resistir meter la cuchara vía Loncón y Barraza. Hace bien, tomar aire y mirar otras cosas. La metamorfosis de Lavín es encomiable. Todos debemos abrirnos a ver no solo la paja en el ojo ajeno, sino que la viga en el propio. No es fácil no perder la brújula en los tiempos que vivimos! Saludos!
Es verdad que J. Lavín ha evolucionado mucho desde sus inicios. Habla bien de él. Lamentablemente en todos lados del espectro político hay gente que ha involucionado. Se ve Clarito en la CC.
Saludos, MJ
Me parece un buen comentario literario, parece recomendable leer el libro. En esa linea, gracias.
A diferencia de otros lectores creo que no es el momento de respirar con respecto al borrador de nueva constitución. Nuestro país necesita ahora de todos y todas, necesita que estemos, como se han declarado los Amarillos, en alerta roja. Esta por abrirse una caja de pandora y las consecuenxias, mas que insospechadas, son previsibles y son muchas y no necesariamente positivas. Es ahí donde necesitamos conocer a fondo las implicancias y cada pagina que se escriba es muy necesaria.
https://es.m.wikipedia.org/wiki/Carlo_Maria_Cipolla
El análisis de los estúpidos quienes causan perjuicio al resto y a si mismos.
Estos son los votantes que aún se mantienen en el Apruebo. Ellos apoyan a los indios y todo tipo de ideas locas, sin darse cuenta que.se perjudican a ellos mismos.. Algunos son gente vieja con experiencisa..otros son hasta ingenieros. Pero ellos creen que pertenecen al grupo de los inteligentes. Ellos entre otras cosas creen que el chorreo no existe o no funciona. Ellos creen que si tienen plata para contratar un jardinero eso no es chorreo.. Que si la economía crece y da trabajo a pymes eso no es chorreo. El chorreo según creen ellos los estúpidos es que la plata sobre para que otros chupen sin mover un dedo. Eso creen ellos. Parecen argentinos más bien…a no…mde veras que Boric cree lo mismo..lo dijo con todas sus letras. El chorreo no funcionó…en línea con los famosos 30 terribles años… Son chilenos…y estupidos
RECHAZO
Interesante el comentario, estimado Mario. Me surge la reflexión de ¿quiénes somos nosotros para andar juzgando la evolución o involición de las personas?. Dado que aconsejas el beneficio de la duda en el caso del libro de Lavín, me daré a la tarea de buscarlo. Un abrazo.