¿Sabía usted qué significa COP26? Yo… no. Estamos tan entretenidos con los golpes al mentón de Maca Pizarro a KKKast, o deprimidos con la letal patada de Arturo Vidal, que no nos preocupamos (al menos yo) de lo que ocurrió en Glasgow con la COP26. Para comenzar, COP es la sigla de “Conferencia de las Partes”, o sea las 197 naciones que accedieron a la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático en 1992. 30 años y no se ha logrado nada. Na-da.
Detrás de toda esta jerga, parecería que en realidad el planeta que le estamos dejando a nuestros nietos se nos está yendo al carajo con el aumento de la temperatura global, asociada al incremento en la atmósfera del CO2 y en menor medida del metano (el de los peítos fétidos de los billones de vacas, los inmensos yacimientos de hidrocarburos y cultivos de arroz en piscinas). Ojo, si bien menos conocido que el dióxido de carbono (CO2), y menos presente en la atmósfera, el gas metano (CH4) es el responsable de entre el 20 y el 30% del cambio climático.
La cancelación de María Teresa.
Como lo muestra la primera figura de esta columna, desde hace unos cien años las temperaturas globales han ido aumentando mano a mano con nuestra actividad emisora de CO2. Pero, … un diablillo alojado en mi cerebelo me decía con frecuencia… sí, sí, que tanta lesera con uno o dos oC que aumenten las temperaturas promedio en un siglo…. Un par de osos polares raquíticos no me joden tanto. La Thunberg es un fenómeno mediático no más… Como dicen en México, tal vez los ambientalistas fundamentalistas que no tienen otra cosa mejor que hacer le están poniendo mucha crema a los tacos.
Recientemente, mi amiga María Teresa Ruiz, astrónoma archi-premiada, se atrevió a decir que a lo mejor la actividad solar también tendría algo que ver con el calentamiento global, y no sólo la actividad humana. Dijo “El cambio climático es un acto de fe, y si quieres ponerlo en duda te masacran” Uhhh. Le cayeron las penas del infierno.
Cito: “¿La ética? (Ruiz) se la pasa por el agujero negro al parecer”, aseveró un “experto”, tras compartir la respuesta de un usuario de Twitter que habló de un supuesto “tabú dentro del mundo científico”.
El “experto” Moisés Gallo es en realidad un biólogo marino que, aunque imagino respetable en su tema, poco sabe de estas cosas, tiene harto menos pergaminos que nuestra premiada astrónoma, y recurre a la odiosa cancelación en redes sociales, fenómeno creciente y perverso. ¿No crees en mi sabor de fundamentalismo? Te vas de insulto y cancelación. La pobre senadora Carolina Goic, por votar objetiva y democráticamente en contra del cuarto retiro (con toda razón por lo demás) recibió en redes sociales dulzuras tales como desearle que le vuelva el cáncer y se muera. Esa sí que es cancelación.
En defensa de María Teresa.
Cual caballero andante salgo en defensa de mi valerosa Dulcinea Ruiz, y le contesto: “chúpate esta figurita, gallo rasca, y cierra tu negro pico cancelador”:
Esta figura es la misma que la anterior, no más que la escala de tiempo abarca los últimos 400 mil años. 400 mil. La escala de temperaturas es también 10 veces más grande, 10 oC en lugar de 1oC. La línea azul es la del CO2, la roja es la de temperatura promedio mundial. (Los geofísicos miden estos datos en pequeñas muestras de hielo a lo largo de 4 km. de espesor que sacan de la Antártica, no pida más explicaciones porque es largo y no viene al caso, lo publicó el Smithsonian Institute en 2019).
Ambas líneas van pegadas de la mano, tal como en la figura anterior, pero en mega-fluctuaciones. ¿Cuál es entonces la causa y cual la consecuencia? Quien sabe, a lo mejor el sol y otras hierbas. Por ejemplo, cuando aumenta la temperatura promedio, la selva amazónica libera más CO2 y metano que cuando hace frío, y cuando el mar comienza a enfriarse en el ciclo inverso, absorbe CO2. Posible ¿verdad?
Y… y entonces, señor “experto “ Gallo, ¡María Teresa tiene razón! La temperatura promedio de nuestro planeta ha tenido 4 ciclos de calentamiento en 400 mil años, uno cada 100 mil aproximadamente, fluctuando en total unos 11ºC para arriba y abajo en un malévolo ritmo geofísico. Hemos tenido cuatro glaciaciones en que el hielo cubrió virtualmente toda Europa, y ahora estamos en el cuarto peak superior de un calentamiento global.
Dicho lo anterior, efectivamente va a quedar la crema si acaso el CO2 sigue subiendo más arriba de lo que esta gráfica predice con razonable precisión, por culpa del homo sapiens destructoris. Conste eso sí que en unos cinco mil años más toda Europa estará nuevamente cubierta de hielo, hagamos lo que hagamos, y nuestros tataratataranietos capaz que estén de vuelta en las cavernas. No somos nada.
¿Significa todo esto que la Ruiz, o un servidor, estamos diciendo fatalistamente que no sacamos nada con torcerle la mano al destino, y que los ciclos solares de largo plazo (u otros factores planetarios) van a seguir torturándonos con glaciaciones, o con calentamientos asociados a deshielos, inundaciones costeras y otras tragedias climáticas, por siempre jamás? No, ella no dice eso (no soy su vocero ni lo he conversado con ella), ni yo tampoco.
Ambos estamos tratando de decir que, si a la situación actual de calentamiento global de “zona roja”, como lo muestra la figura, le sumamos más CO2 y más metano por nuestra desenfrenada actividad, podemos entrar en un ciclo verdaderamente catastrófico e impredecible, con inundaciones, sequías, huracanes nunca vistos, y que por ello es urgente actuar para tratar de “bajarle la nariz” a este corcoveo climático que ocurre naturalmente. Pero por favor, partamos todos por aceptar que no es únicamente la actividad humana la que produce cambios climáticos. La verdad hasta que duela.
Según leo, la conferencia COP 26 logró algunos acuerdos, pero ni con flecos los necesarios como para torcerle la nariz a la línea climática que en este milenio es ascendente. Seguimos encaminados derechito al carajo. Es poco lo que nuestro pequeño país puede hacer al respecto, y es microscópico lo que cada uno de nosotros puede hacer con nuestras conductas personales e institucionales.
Aun así, lo mínimo que podemos hacer para poder mirarnos al espejo y conversar con los nietos es usar menos combustibles, comer menos carne con arroz, ahorrar agüita, poner docas en vez de pasto, donar ropa y libros viejos en lugar de tirarlos, poner paneles solares donde se pueda, trasladar agua del sur al norte del país a ver si paramos la desertificación, y además, abstenernos de cancelar al prójimo por dar una opinión o expresar una duda. Necesitamos muchas Ruices y Goices.
Querido Mario,
Tus comentarios son muy interesantes, María Teresa fue compañera nuestra y la quisimos y la queremos mucho, además, la admiramos por su fuerza intelectual y su belleza de pensamiento. Puede ser cierto que el responsable del cambio climático no es solo la desenfrenada generación de CO2 y la acelerada destrucción de la naturaleza; sino, como lo señala María Teresa, los cambios en el comportamiento del sol y otros factores, como el sistema geofísico, como lo sostenía en la campaña presidencia Hernán Buchi, hace 27 años, también ex compañero nuestro. Ambos señalan que los factores decisivos del cambio climático son esos y no el CO2, pero creo que poco importa quien tenga la razón.
Frente al impacto de lo que venga del sol y de las entrañas de la tierra es poco lo que podemos hacer para evitarlo, quizás nada. Sin embargo una actitud positiva con respecto a contribuir a frenar el cambio climático, disminuyendo los contaminantes con efecto invernadero, no sólo es importante en si misma, sino porque nos ha hecho un llamado a considerar que formamos parte de un universo complejo en que la diversidad y en particular que la biodiversidad es un tema esencial para nuestra sobrevivencia y la de todo el planeta. La calidad de vida es también importante. En ese sentido tenemos que acoger todas las interpretaciones divergentes, pero sabiendo que esta no es una lucha política por el poder, ni menos por el gustito intelectual de descubrir quién tiene la verdad, es simplemente parte de nuestra lucha cotidiana por la sobrevivencia y del planeta, donde tenemos que hacer gala de nuestra amplitud de pensamiento y capacidad de proteger a la naturaleza y …venceremos.
Abrazos y felicitaciones por tu blog
Mil gracias amigo ancestral.
Mi motivación para escribir este posteo fue la gran molestia que me produjo ver ataques, incluso obscenos, a una respetada científica por el sólo hecho de dar una opinión. Esta cultura del bullying y la «cancelación», montada en las RRSS, está ya haciendo demasiado daño. Un abrazo
Gracias querido Hernán. De acuerdo.!
Gracias Mario W por la explicación. Me queda claro que en un ciclo largo de calentamiento a escala geológica, le estamos “echando más leña a la hoguera” con efectos Gracias también a la astrónoma Sra. Ruiz que puso el punto sobre las íes.
Tendré que dejar de consumir mi plato favorito de carne con arroz.
Alfredo
bien, Mario!
Don Mario, por favor infórmese sobre el cambio climático a través de los científicos especializados en el cambio climático.
El 99.9 % de estudios científicos coinciden: los humanos provocamos el cambio climático, según el más reciente meta-estudio de la literatura científica revisada por pares sobre el cambio climático. Dejo el estudio gratuito en este enlace: https://iopscience.iop.org/article/10.1088/1748-9326/ac2966
Con respeto a la teoría del impacto del sol, o para una explicación de ese gráfico de 400 mil años, la Nasa tiene un FAQ muy interesante que explica que si bien el sol puede y ha influenciado en el clima anteriormente, no es el responsable de la tendencia actual sin precedentes. Aquí dejo un artículo en español: https://climate.nasa.gov/evidencia/
«Es fundamental reconocer nuestro papel en las emisiones de gases de efecto invernadero para que podamos movilizar rápidamente nuevas soluciones, dado que ya estamos siendo testigos en tiempo real de los devastadores impactos de los desastres relacionados con el clima en las empresas, las personas y la economía», explicó Bejamin Houlton, decano de la facultad de ciencias de la vida en Cornell y coautor del citado estudio en un comunicado.
Estimado: en ningún momento he pretendido desconocer el rol de los gases de invernadero. En ninguno. La que tú llamas «tendencia actual sin precedentes» (efectivo) esta, para peor, montada en un ciclo largo de aumento de temperatura, debido a OTROS factores que han producido este fenómeno cíclico con una amplitud de 10 a 12 grados C. Te sugiero que no trates de tapar el sol con un dedo 🙂
Eso significa que el 99,9% de los científicos tiene la cabeza llega de corteza de alcornoque (corcho) y que flotan al antojo de las corrientes promovidas por los grupillos que se benefician de la moda de la calentología.
Excelente tu artículo Mario, te cuento que yo comence con alguito, casi toda mi energía es solar
Lo que dice María Teresa Ruiz es coincidente con los planteamientos de Dougles Pollack , Ingeniero chileno, experto en Cambio Climático, quién lo expone con excelentes argumentos.