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Salman Khan publicó recién en 2024 un libro: “Brave New Words. Cómo la IA revolucionará la educación (y por qué eso es bueno)”. Su lectura me golpeó con un mazazo intelectual, y por eso escribo esta columna… para divulgar las buenas nuevas. Si le convence, difúndalas, se lo ruego.

Khan

Salman Khan (no confundir con su homónimo actor de Bollywood) es un profesor  y matemático estadounidense de ascendencia india y bangladesí, una familia pobre que emigró a USA. Estudió en MIT, la historia típica del hijo exitoso de inmigrantes esforzados.

Creó en 2006 una ONG de aprendizaje educativo, Khan Academy. Por medio de sus miles de didácticos videos (sí, miles), el estudiante puede recibir explicaciones simples y precisas para deducir el teorema de Pitágoras, comparar una célula eucariótica con una procariótica, calcular la trayectoria de un proyectil, analizar la constitución de un país, o programar en Python… desde el jardín infantil hasta la universidad. Es la principal plataforma mundial de enseñanza y tiene más de 165 millones de estudiantes registrados en 190 países.

Khanmigo.

Yo había usado algunos de sus videos hace tiempo. Pero en realidad, el verdadero terremoto ocurrió recién en 2023. Subiéndose a la mega tendencia de los ChatGPT, los LLM,  Khan introdujo Khanmigo, para profesores, alumnos, y apoderados.

Es un Asistente de Inteligencia Artificial disponible 24/7. Para profes sirve, por ejemplo, para corregir tareas, guiar estudiantes con problemas, llenar informes, preparar material didáctico, pasar lista de clases, … en suma, hacer todo lo que un ayudante tendría que hacer, de modo que el profesor pueda concentrarse en lo esencial de su labor docente, por la irrisoria suma de US$4 dólares por mes por profe, los que van a esta ONG sin fines de lucro para seguir desarrollando la plataforma.

Cada alumno también puede tener su propio Khanmigo y no sólo para resolver preguntas académicas – para eso bastaría con los videos gratuitos – sino para tutorarlo con el método socrático, de modo que el alumno vaya descubriendo la respuesta a un problema por sí mismo; o bien aconsejarlo si se siente algo deprimido; o aconsejar a la alumna tímida de 14 años que recibió por primera vez la invitación de un osado galán de 15. Khanmigo para estudiantes está diseñado de modo que:

  1. Se adapta a las necesidades de cada uno.
  2. Los guía a través de preguntas para que encuentren las soluciones por sí mismos. Esto es crucial, similar a lo que Educación 2020 ha estado desarrollando con sus Redes de Tutoría entre Pares, con resultados espectaculares, pero en este caso con aplicación totalmente masiva y simultánea.
  3. Disponible en cualquier momento.

 La versión para apoderados los mantiene informados del desempeño de su pupilo, enciende luces de alarma en caso de un problema académico o emocional, recibe y envía comunicaciones al profe, etc.

Resistencias y temores.

Frente a esta revolución educativa, tal vez y sin exagerar la más grande en la historia de las aulas, habrá gente con legítimos temores de todo tipo:

  1. La deshumanización. Tranqui. No serán las máquinas las que eduquen a los alumnos, seguirán siendo los profesores.
  2. Que Khanmigo alucine e invente respuestas incorrectas. Tranqui, serán los profes los que detecten estas raras situaciones.
  3. Profesores que creerán que serán desplazados… Tranqui, es todo lo contrario, serán potenciados, dando instrucción más poderosa y personalizada, lo que es imposible cuando un aula tiene 30 alumnos.
  4. «Los estudiantes usarán la AI para sacar la vuelta». Tranqui. Si el profe asigna una tarea, y su Khanmigo le informa que hubo 25 alumnos interactuando más de 20 minutos c/u para desarrollarla, pero que hubo 3 alumnos que sólo invirtieron 2 minutos para pedir la respuesta correcta pre-hecha, ya estarán claros los malhechores. La próxima vez puede exigir que estos “avivados” resuelvan la tarea en clases.

Con todo, no cabe duda que habrá directivos, profesores, apoderados y alumnos refractarios, o simplemente temerosos frente a esta tecnología. Pero… cualquier escuela, o algunas aulas de la misma, pueden comenzar a adoptarla sin inversiones fijas de ninguna índole. A US$4 por profe – mes, el costo variable es la nada ninguna. Riesgo mínimo. Si al cabo de un par de meses están todos descontentos, ni modo, nada se perdió y lo suspenden.  Podría jurar que este no va a ser el caso.

Si vaaas para Chileee…

El millonario mexicano Carlos Slim ya tiene un acuerdo con Khan Academy, que permitió la traducción al español de todo el material. No sea cosa que Chile termine a la cola de esta nueva ola. Atinemos de una vez por todas.

Sr. Rodrigo Egaña, Director Nacional de Educación Pública (y viejo conocido): le aconsejo sinceramente conversar con Mr. Khan – a quien no tengo el gusto de conocer – para negociar un acuerdo estructural que convierta a las escuelas de los SLEP en un campus de experimentación para Khanmigo. En una de esas, durante 2025 se produce el ansiado despegue de la educación pública que hemos venido soñando, al punto que al cabo de unos años la educación chilena pasa a ser de las más equitativas del mundo mundial. Atentamente, Mario W.

Tampoco sería cosa de escatimárselo a las escuelas privadas, pero en los SLEP hay una coordinación potencial para decenas o centenas de escuelas, que no existe en otros sostenedores de la educación, y el ejemplo se derramaría rápidamente. ¿O no?

Usted, querido lector, ¿qué opina?

10 Comments

  • Gracias Mario. Muy interesante. ¿Esto requiere que cada estudiante tenga un notebook? ¿O un celular o tablet?

  • José Miguel Infante dice:

    Mario
    Espectacular, cualquier cosa que ayude a mejorar la educación, bienvenida..
    Si no funciona, se podrá mejorar o adaptar.
    Hay que darle herramientas a los alumnos y profesores.
    Saludos

  • Fanny rutman dice:

    Mario como siempre me encantan tus análisis
    Estoy de acuerdo con adaptarse a las nuevas tecnologías y la IA está pegando muy fuerte en los jóvenes que ya la ocupan para estudiar y para trabajar
    Ahora hay que ver cómo se adecuan los profesores para poder dirigirlos y controlarlos
    Claramente hoy día sin tablet y sin internet no hay posibilidad de enseñanza

  • Luis Gurovich dice:

    Los videos educativos de la Khan Academy son herramientas docentes fantásticas. Ahora mismo empiezo a estudiar Khanmigo para ver como incorporarlo a mis clases.

  • Maria Ines Juanet dice:

    Mario
    Me parece una muy buena forma de tratar de mejorar la educación en Chile que pasa por trágicos momentos,
    Se puede probar por un tiempo el costo es muy bajo.
    El problema es la resistencia de los antiguos profesores a cualquier cambio.
    Gracias

  • Guillermo Muñoz Herrera dice:

    Mario,
    Hay un tema relevante para analizar con los profes y que me tocó ver como apoderado de mis hijos a fines de.los 90 e inicio de los dos mil: mis hijos se entretenían con las consolas de juego y hacían consultas a Microsoft Ecarta; peeo en el colegio los pobres profesores vivían un mundo analógico sólo de pizarras e intentaban competir por la atención de los millennials entrando al mundo digital. Hoy eso es mi veces más complejo con el uso masivo de celulares y apps.
    Debería ser motivador para los profes integrar soluciones digitales para acercarse al mundo de los estudiantes que ya son digitales completos. En realidad, no veo otra solución para capturar la atención y producirles motivación !
    Saludos!

  • Guillermo Bustos B dice:

    Mario
    Excelente tema del que ya tienes una experiencia encaminada a través de Educación 2020.La pregunta clave,según se desprende con claridad es :Como crear un potente incentivo a los profesores para conocer este sistema revolucionario y perder el miedo que muchos tendran al no verlo como un apoyo real a su gestion? Y luego tiene que venir una difusión basada en esas primeras experiencias exitosas.Un plan piloto de una organización dedicada a la educación debiera ser la punta de lanza.l
    Un abrazo

    • Mario Waissbluth dice:

      Gracias Guillermo. Solo te aclaro que yo ya estoy retirado, y que no formo parte de E2020 hace mucho, aunque muy amigo de ellos eso sí. Respecto a tu duda de cómo inducir a los profes, mi respuesta es la misma que lo que hacemos en Redes de Tutoría. En cada escuela partir al principio con los dos o tres más entusiastas, y de ahí ir «contagiando el virus» al resto.

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